Por: María Hernández
Pura coincidencia o al parecer una joven dominicana y un joven alemán se subieron al teleférico con la meta de observar el paisaje desde el aire cual si fuera un aguila o un dron, pero desde la vista de los humanos.
El alemán, un joven alto de aproximadamente 35 años y la joven dominicana de unos 28 años , comenzaron a conversar sobre las características de ambas naciones y a resaltar los detalles positivos, negativos y coincidentes entre Alemania y República Dominicana.
Una de las cosas que más llamó la atención del ciudadano alemán, que se dedica en su país y en otras naciones al negocio de fusiones, bebidas calientes o té fue la diferencia de color entre los ríos Ozama y el Isabela.El primero con aguas turbias y malolientes y con muchas casuchas a su alrededor y el último con su entorno limpio al igual que sus frescas aguas.
La joven conversó con el alemán sobre un viaje que hizo a ese país y destacó la gran cantidad se personas que fuma en Alemania diferentes tipos de cigarrillos.
Por el contrario, el joven alemán lo negó y señaló la inseguridad y la basura como dos de los problemas que menos le gustan de la República Dominicana a parte de los indigentes que duermen en los parques y aceras.
El alemán destacó que suele salir solo y que utiliza para moverse con seguridad vehículos localizados por las plataformas digitales, entre ellos motores para evitar los tapones.
El joven se despidió de la joven que conoció en el teleférico agradecido de las explicaciones que sobre nuestro país le ofreció y se dirigió al centro histórico de nuestro país que tanto le mencionaban como motivación para venir a RD.