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Manuel Livent (Yiyo), victima en tragedia Jet Set

Por Carlos Diaz Picasso

 

Nuestro país recientemente fue sacudido por la triste noticia de la fiesta amenizada por Ruby Perez en la discoteca Jet Set, la cual culmino en tragedia, la peor tragedia de los últimos siglos que se registra en Republica Dominicana

Todos los ciudadanos de nuestro país, de algún modo tienen un familiar, amigo, relacionado o conexo, victima fatal, herido o sobreviviente con carga de trauma emocional.

El Ensanche Las Americas, lamentablemente aporto una de las tantas victimas, se trata de Manuel Livent (Yiyo) quien residía en la Calle 4 casi esquina Calle 9, miembro de una familia con arraigo en nuestra comunidad desde su fundación.

Dr. Carlos Diaz -Picasso, Director General de El Sol de Las Americas

Además de nuestro Yiyo, sus hermanas son mis amigas, en especial Nurys, quien nos lía amistad generacional.

Hoy en mis tardes, hice presencia en la casa materna de los Livent, el cuadro de dolor no tiene forma de ser escrito.

Los dias de incertidumbre vividos por sus familiares luego de la tragedia son dramáticos, no es fácil, saber que tu familiar es parte de los afectados, no aparecer en los primeros dias, lo cual te envuelve en una situación de incertidumbre y esperanza… ir de un lado a otro, recorrer además del lugar de la tragedia, decenas de clínicas y hospitales con la esperanza de encontrar al familiar, aun con vida.

Hacer el recorrido nueva vez, pero en esta ocasion en las morgues de los distintos centros de salud, con la esperanza de encontrar su cuerpo inerte, y no obtener respuestas ni resultados.

Luego de varios dias, sabes de un cuerpo en una bolsa, con una etiqueta con su nombre, siendo esto aun no definitivo, ante el desorden en el cotejo de los fallecidos, queda la esperanza de que no sea el.

Finalmente, durante horas observar imagenes de fallecidos en una base de datos de varias computadoras, las cuales, entre si se contradicen… Hasta que al final, se comprobo lo que nos negabamos a aceptar, nuestro Yiyo se sumo a la lista de cientos de fallecidos en dicha tragedia.

En la casa, ademas de algunos familiares, en la entrada conformada por un gran area verde, una galeria bien cuidada y decenas de plantas de orquideas, se encontraban varios amigos de la infancia, nos abrazamos, nos consolamos y reiteramos nuestros abrazo un, dos y quizas mas veces, como que no importan la cantidades de apretones, nunca podremos superar el dolor.

Luego me dirigi al interior de la casa y en la sala principal, el mismo cuadro que describo en parrafos anteriores, solo que, con otros familiares y otros amigos, entre estos, se encontraba Ñoño, quien era su amigo de toda una vida, sus casas estaban divididas por una de por medio, el dia del fatidico evento le acompañaba en el centro de diversion.

Ñoño se encontraba sentado en uno de los muebles, en la mesa uno de sus pies descansaba vendado al nivel de los tobillos, eso llamo mi atención, pero en ese momento no hice mención, me enfoque en preguntarle que sucedió esa noche.

Ñoño me miro, hizo una pausa y luego de dijo, Picasso, antes de yo hablarte sobre lo que sucedo esa noche, debo decirte algo que he dicho mas de 200 veces, volvió a pausar.

Hace alrededor de dos años mi mama se soño conmigo y con Yiyo, a ella a traves del sueño le revelaron que Yiyo estaba ungido por Dios y que yo estaba bendecido por Dios, luego de ese sueño, el cual se lo comente a Yiyo, ambos nos decíamos el Ungido y el Bendecido.

Esa noche, estábamos sentados en una mesa VIP, pero no teníamos desde ese lugar buen angulo para hacer las tomas de imágenes ni las capturas de los videos, por lo que nos movimos a un palco o mesanini, en ese sitio estábamos solos y teníamos buena vista.

Pasado el tiempo, le manifeste a Yiyo que nos marcharamos ya que tenia compromisos en las primeras horas del próximo dia, y el me dijo que nos tomaramos un trago mas a lo cual accedi, al poco rato me dijo que bajaría al primer nivel para hacer un ultimo video y yo me quede en la mesa desde donde además de apreciar a mi amigo jubiloso también fui testigo de la caída del techo completo de la discoteca sobre los presentes.

Previo al derrumbe, varias personas estaban inquietas por la arenilla que permanentemente caia sobre las mesas y en las bebidas, varias personas empezaron a retirarse, entre ellas observe un grupo de mujeres que también decidieron retirarse, pero, algunas de ellas se entretuvieron tomando fotos y haciendo videos, a ellas no les dio tiempo salir, el techo las aplasto.

Fue en ese momento que le pregunte como logro salir ileso y si el vendaje sobre su pie fue resultado del desplome, el me dijo, no, la parte del techo que estaba sobre mi, quedo intacta, el trauma en mi pie es simple, me lastime porque en ese instante por mi cabeza paso la posibilidad de que el techo sobre mi podría caer, y yo, baje con rapidez, en medio de la oscuridad, la humareda de los escombros, el caos y los gritos… fue en mi abrupta salida que me lastime.

Ñoño, con voz pausada, como quien pierde una estrella, como quien en medio del desierto queda sin camello, agua y alimento, me dijo, Picasso, cuando el me dijo que iria a tomar un video, tuvo que bajar desde el palco en el segundo nivel donde estábamos hacia el lobby de la discoteca y luego entrar hacia la zona principal, y yo le dije, recuerdas que tu estas Ungido por Jehova y yo por Jehova estoy bendecido, esas fueron mis últimas palabras, como sin proponérnoslo, nuestra despedida.

Al momento de este escrito, todavía los familiares no disponen del cuerpo de Yiyo para darle las honras fúnebres y la cristiana sepultura.

Dios nos ama.

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